Todas las brujas han de tener o comenzar, al menos, un Libro de las Sombras. Este libro recoje toda la sabiduría de su propietaria, como rituales, fiestas paganas, los principios de la brujería, etc., es decir, todo el conocimiento esotérico que tenga su "bruja". Hay brujas que refieren codificar dicho libro para que no puedan saber que pone en él. Esto va a gusto de cada una.
Se supone que la mayoría de grimorios o Libros de las Sombras fueron escritos entre la Alta Edad Media y el siglo XVIII. Los libros más antiguos recogen, incluso, invocaciones demoníacas, preparados para resucitar a los muertos de sus tumbas, claves para dominar la Naturaleza, etc. por ejemplo La Clavícula de Salomón.
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